jueves, 28 de abril de 2011

El ‘hallazgo’ de un farsante

Machu Picchu | Polémica. 


La ‘noticia’ circuló meses atrás y algunos le dieron crédito: un alemán de nombre Augusto Berns había llegado a Machu Picchu mucho antes que Hiram Bingham. Imposible. La verdad es otra y aquí se la contamos.  
Por: Daniel Buck
31 de agosto de 2008
 
 
Algunas historias sugieren que Augusto Berns, un aventurero ingeniero alemán que vivió en el Perú por periodos durante la segunda mitad del siglo XIX, había saqueado Machu Picchu. Un reciente informe, reproducido en un prestigioso diario peruano, afirma que "Berns se había cargado en peso la mayoría de los vestigios arqueológicos de Machu Picchu".  Este informe responde a las especulaciones de Paolo Greer, un investigador y explorador de Alaska que visita mucho el Perú.
Dos son los problemas con los anuncios de Greer.
Primero, no hay evidencia que respalde la tesis de que Berns conocía la existencia de Machu Picchu. Segundo, aún si hubiera visitado Machu Picchu al final de 1880, muchos otros lo precedieron.  En todo caso, ya que no dejó pruebas, no reveló detalles ni hizo anuncios sobre tal visita, Berns no descubrió nada.
Los logros de Hiram Bingham fueron diferentes.  A lo largo de las tres expediciones realizadas entre 1911 y 1915, excavó, fotografió, estudió y dio a conocer al mundo Machu Picchu.  No existe duda posible de que Bingham es el descubridor científico del lugar, un honor otorgado por José Gabriel Cosío, un académico del Cusco y delegado oficial de la segunda expedición de Bingham.
También es cierto que otros conocieron las ruinas antes que Bingham. Se podría decir que Machu Picchu nunca estuvo realmente perdido. Fue periódicamente conocido e ignorado, visitado, soslayado, habitado, cuidado e incluso comprado y vendido, desde el siglo XVI hasta que llegó Bingham.  Prueba de ello es que al momento de la expedición de Bingham, las ruinas eran parte de la hacienda Sillique, propiedad de la familia Nadal.
 
 
En "Urubamba: Benemérita Ciudad y Provincia Arqueológica del Perú" (2007), Leandro Zans Candia resume citas coloniales y republicanas sobre Machu Picchu, compiladas por diversos historiadores peruanos. Pero la importancia del sitio arqueológico fue largamente ignorada y su belleza no apreciada. Cosío escribe en el Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima en 1912: "No es verdad que el doctor Bingham haya sido el descubridor de los restos; él les ha dado la vida de la fama y del interés arqueológico" .
Bingham fue, sobre todo, un explorador decidido. Registró los archivos, entrevistó a académicos, coleccionó mapas y habló con pobladores locales. Él ya sabía de Machu Picchu antes de dirigirse al valle de Urubamba.  Sí, es verdad que no siempre fue generoso en reconocer el aporte de quienes lo asistieron. Como muchos exploradores, Bingham tenía un gran ego, un deseo por la fama y una buena dosis de ambición.
UN MENTIROSO CONGÉNITO
 
 
Entonces, ¿quién es Augusto R. Berns y qué tiene que ver con Machu Picchu? Todo lo dicho sobre Berns tiene que ser antecedido por la palabra "aparentemente" porque era un mentiroso congénito, un Baron Munchausen, un fantasioso con un grado de ingeniero a su favor que es lo mismo que decir, "aparentemente con un grado de ingeniero".  Dijo haber nacido en Alemania en 1842 y haber venido al Perú en 1860, también que trabajó con la Southern Peruvian Railway y luego para los militares peruanos.  
A principios del año 1880 dijo haber estado fuera del Perú, específicamente en los Estados Unidos.
En 1881, viviendo en Michigan, organizó las primeras dos empresas que deberían ser llamadas más apropiadamente "estafas",  "The Torontoy or Cercada-de-San Antonio Estate in Southern Peru" y "Huacas del Perú". Berns les mandó a inversionistas potenciales una carta, un mapa y proyectos, asegurando que su propiedad en el Valle Urubamba (frente al río del aún no descubierto Machu Picchu, en ese momento), estaba ubicada sobre un área que, de ser explotada, llegaría a ser "universalmente reconocida como la productora más grande de oro y plata ubicada en el centro del mundo".  
Declaró que había oro por todo Torontoy diseminado en la tierra y la arena y en las venas de las rocas y la arcilla. Dijo también que había "un aparato antiguo de lavado de oro", cortado de rocas sólidas, llamado "Llamajcansha," que en la antigua lengua india significa "patio dorado". Es poco probable que sus lectores en Estados Unidos hablaran quechua, de lo contrario, hubieran supuesto o sabido que Llamajcansha significaba "patio o espacio de llamas". Berns estaba vendiendo una carga de excrementos de llama.
Asimismo, cerca de Llamajcansha, Berns insinuó la existencia de un túnel que "tenía razones para creer" era usado como tumba para acoger cuerpos embalsamados de incas con sus respectivos ornamentos. En su mapa, marcó el túnel "Huacas del Inca."  
En una carta a inversionistas escrita desde Detroit, Michigan, Berns dijo que nada menos de "5 millones de dólares en efectivo puede ser adecuado" para desarrollar Torontoy. En moneda actual equivale a más de 100 millones de dólares.  No se conoce qué pasó con su  estafa, si se mantuvo así o si aumentó en cifras.
A LO INDIANA JONES
 
 
En algún momento volvió al Perú y en 1887 organizó una compañía llamada "Huacas del Inca". El proyecto de 48 páginas de la compañía es charlatanería al estilo Indiana Jones ya que sugiere la existencia de tesoros inimaginables esperando ser descubiertos: "Las riquísimas y valiosísimas obras de arte" que "adornaban los templos y edificios públicos y reales de la metrópoli del imperio Incaico".
Berns anunciaba que enviarían expediciones para buscar estos tesoros de los incas, aquella porción de fortuna de Atahualpa que se libró de los españoles. Además informó a sus inversionistas que la "mitad por lo menos fue llevada consigo por los indios, según lo consigna la historia, a las montañas inmediatas al Cusco, o sea las de Paucartambo, Lares y Santa Ana".
No se sabe qué pasó con "Huacas del Inca", pero en 1888 su vicepresidente renunció públicamente su puesto, acusando a Berns de haber malversado fondos para su uso personal y por no haber lanzado ninguna expedición. En ninguno de los materiales publicados acerca de Augusto R. Berns se encuentra evidencia de que haya conocido, visitado o intente aprovecharse de Machu Picchu.   
En una reciente columna del blog histórico científico Archaeorama, blogs.discovery.com, incluso Paolo Greer admite que no hay real evidencia de que Augusto Berns haya pisado las montañas de Machu Picchu. La verdad es que Greer es uno más en la larga cola de visitantes y "descubridores" de la ciudadela inca.

4 comentarios:

  1. El rescate perdido de Atahualpa y otros tesoros legendarios, que han atraido sonadores, credulos y estafadores por siglos. Escribi una historia popular de los suenos de oro y riquezas de los Incas, Jesuitas, etc., en el Peru y Bolivia. En el centro de los estafanores fue August R. Berns, que oraganizo un fraude de Michigan en 1881 y el segundo de Lima en 1887. No hay ninguna pista que lanzo ninnguna expedicion. Su pasatiempo fue saqueando las bolsas de sus inversionistas credulas.

    "Atahualpa's Ransom & Other Treasure Fables", por Daniel Buck, Peruvian Times, Lima, Peru, 26 August 2011

    http://www.peruviantimes.com/26/atahualpas-ransom-other-treasure-fables/13455/

    Saludos,
    Daniel Buck

    PD En el frase ultimo de mi ensayo de La Republica, en vez de "Greer" debe decir "Berns".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sr. Daniel Buck
      No se porque tantos deseos de atacar la información vertida por otros investigadores. Ya que la versión de Paolo Greer fue correcta, y existen mapas que prueban que Berns estuvo en Machu Picchu. Ademas no se olvide que el nombre Machu Picchu ya fue conocida anterior a esta expedición. Vea el siguiente link:
      http://es.scribd.com/doc/173768809/Mapas-Machu-Picchu-Antes-de-Hiram-Bingham

      Eliminar
  2. Pocos saben que el material que guardó BERNS sobre Machu Picchu, fué robada por los colaboradores de Bingham.

    ResponderEliminar
  3. Daniel Buck; yo sé que nunca viste los materiales de aquella época que pertenecieron a la travesía de Berns (caja) que yacen en la Biblioteca Nacional del Perú, del cuál yo fuí uno de los investigadores. Aún existen documentos, mapas, pernos, herramientas del lugar llamado "La Maquina". El director de la BNP y el estudio de los investigadores dió origen a realizar una exposición llamada "Reedescubriendo Machu Picchu" a manera irónica al hecho de Bingham.

    ResponderEliminar